La madre del novio observa, no pierde detalle, y participa de la alegría que desborda cualquier boda Bereber, y más en un lugar como Imilchil, en el alto Atlas. Esta mujer de rostro impasible nos intriga sobre lo que estará pensando el mismo día en que su hijo se casa con una mujer ajena a su cultura...o a lo mejor no piensa nada especial y simplemente ve la vida pasar.